La parte de arriba la hice con una bola de corcho forrada con papel de aluminio, y ahí pinché con mucho cuidado y ayuda de palillos, profiteroles rellenos de crema de café, y bañados en chocolate blanco de diferentes colores.
A esta bola le pinché un palo de madera que iba clavado en la maceta.
La maceta es la que escondía la tarta, que era un bizcocho sencillo de vainilla, relleno de crema de café (buttercream) con un poquito de coñac, se me ocurrió para que fuera más original poner colorante rojo en el bizcocho y cuando se cortó quedaba muy bonito el contraste del rojo y la crema.El bizcocho lo hice en otro molde, luego corte varios discos con el tamaño de la maceta y lo monté por capas. Para desmoldarlo le dí la vuelta en un plato, lo corté después de soplar las velas, y a comer, que por cierto estaba muy rico, sobre todo la mezcla de café con coñac, espero que os guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario